Incrementa el valor del vehículo. Elimina gastos de repintado de los cristales. Se puede remover sin causar decoloración o daño en la pintura. Garantía de 3 años por amarillentamiento o decoloración. Evita los molestos antifaces. Resistencia contra impacto de grava e insectos, abrasión, rayones de menos grado y condiciones ambientales.